Un día de lluvia, de esos húmedos a más no poder, te quedas en casa, sin nada que hacer, simplemente tumbada en la cama con los cascos puestos, me recuerda a un recuerdo triste, de esos que no te gustaría haber recordado pero que sin quererlo lo recuerdas. Y así se te pasa el día, con miles de gotitas de agua golpeando tu ventana, transparentes cómo tu estado de ánimo hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario